Bien, pues ya hace días que no hablo de mis últimas lecturas así que toca hoy. En primer lugar he dejado a un lado a Murakami porque me gusta tanto, tanto que no quiero que se me acaben sus obras (qué paranoia, eh?). Pero he comenzado a buscar más autores japoneses y he dado con Banana Yoshimoto que es otra maravillosa representante de la literatura actual de ese país. Quizás lo que más me gusta es esa mezcla de tradición y modernidad que se da en esta literatura, además de sus personajes desarraigados y solitarios, tan universales por otro lado....
El caso es que he leído Kitchen: Mikage Sakurai, la narradora de esta historia, queda sola tras la muerte de su abuela y su tristeza la lleva a refugiarse en la cocina. Yuichi Tanabe es un compañero de la universidad que le ofrece su casa para remediar su soledad. Entre ambos se crea un extraño vínculo que ya no podrán romper. Eriko es la madre de Yuichi, pero en realidad es un hombre que huye de todo convencionalismo y fascina a Mikage, por su manera de ser y porque revoluciona el concepto de “madre” hasta límites insospechados.
También he leído otro relato de la misma autora, Moonlight Shadow, como la canción, una historia de superación del amor perdido, bellísimo.
Suite Francesa de Irene Némirovsky: Una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que narra el éxodo de unos cuantos personajes parisinos ante la proximidad de las tropas alemanas. A quien le guste el Naturalismo como a mí, en particular el Naturalismo francés, seguro que disfrutará con el estilo de esta obra.
Y por último, he acabado hace unos momentos Quattrocento de la gallega Susana Fortes. Novela histórica con cuadro, interesante, didáctica pero le falta ese punto de entretenimiento que parece monopolizado por los anglosajones....
Y eso es todo de momento. Mi siguiente lectura será Instrucciones para salvar al mundo, de Rosa Montero. Tiene muy buena pinta. ya os contaré.
El caso es que he leído Kitchen: Mikage Sakurai, la narradora de esta historia, queda sola tras la muerte de su abuela y su tristeza la lleva a refugiarse en la cocina. Yuichi Tanabe es un compañero de la universidad que le ofrece su casa para remediar su soledad. Entre ambos se crea un extraño vínculo que ya no podrán romper. Eriko es la madre de Yuichi, pero en realidad es un hombre que huye de todo convencionalismo y fascina a Mikage, por su manera de ser y porque revoluciona el concepto de “madre” hasta límites insospechados.
También he leído otro relato de la misma autora, Moonlight Shadow, como la canción, una historia de superación del amor perdido, bellísimo.
Suite Francesa de Irene Némirovsky: Una historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, que narra el éxodo de unos cuantos personajes parisinos ante la proximidad de las tropas alemanas. A quien le guste el Naturalismo como a mí, en particular el Naturalismo francés, seguro que disfrutará con el estilo de esta obra.
Y por último, he acabado hace unos momentos Quattrocento de la gallega Susana Fortes. Novela histórica con cuadro, interesante, didáctica pero le falta ese punto de entretenimiento que parece monopolizado por los anglosajones....
Y eso es todo de momento. Mi siguiente lectura será Instrucciones para salvar al mundo, de Rosa Montero. Tiene muy buena pinta. ya os contaré.
