Si hay un personaje que me inspira simpatía desde que conozco su existencia, esta es Florence Foster Jenkins. Hoy la han recordado en la radio y me apetece dedicarle un post.
Es evidente que Jenkins tenía muy poco sentido del oído y el ritmo y era a duras penas capaz de mantener una nota. Era normal que su acompañante hiciera ajustes para compensar sus variaciones de tempo y fallos rítmicos. Aun así se hizo tremendamente famosa, al parecer el público la adoraba por la diversión que proveía en lugar de por su habilidad musical.
Es evidente que Jenkins tenía muy poco sentido del oído y el ritmo y era a duras penas capaz de mantener una nota. Era normal que su acompañante hiciera ajustes para compensar sus variaciones de tempo y fallos rítmicos. Aun así se hizo tremendamente famosa, al parecer el público la adoraba por la diversión que proveía en lugar de por su habilidad musical.
Después de un accidente de taxi en 1943 descubrió que podía cantar "Un fa más alto que nunca". En lugar de una demanda contra la compañía de taxis le envió una caja de caros puros al conductor.
A pesar de la petición pública de más apariciones, Jenkins restringió sus actuaciones en directo a unos pocos favoritos y a su recital anual en el auditorio del Ritz-Carlton de Nueva York. La asistencia a sus recitales estaba siempre limitada a su leal club de señoras y otros pocos elegidos (ella misma se encargaba de distribuir las entradas). Con 76 años, Jenkins finalmente cedió a los deseos de sus admiradores y actuó en el Carnegie Hall el 25 de octubre de 1944. Fue tal la anticipación con la que se anunció la actuación, que las entradas se agotaron con semanas de antelación. Jenkins murió un mes después.
"Podrán decir que he cantado mal, pero no que he cantado poco", era su máxima. Llegó a grabar tres discos.
Naturalmente la ayudó la cantidad de dinero que tenía, pero aun así me parece una bonita persecución y ejecución de sueños imposibles.
"Podrán decir que he cantado mal, pero no que he cantado poco", era su máxima. Llegó a grabar tres discos.
Naturalmente la ayudó la cantidad de dinero que tenía, pero aun así me parece una bonita persecución y ejecución de sueños imposibles.
9 comentarios:
Si, algúns temos ese don. Ainda cantando mal damos a nota jajaja.
Claro que eu de momento o único que gravei foi un ostiazo que me din -xa de neno- na frente contra a parede do forno da casa de meus avós.
Un bico de domingo apurado, que me teño que ir á misa (e que esta semana pequei moito) ;-)
Curioso o de que agasallara ó taxista cunha caixa de puros... ;)
jajaja, sen dúbida é a raíña que máis medo meteu de toda a historia da música!
Está claro que Florence tiña un don para engaiolar ao público, anque non fose exactamente o de cantar con excelencia.
Hoxe, se vivise nesta época,seguro que sería un crac do espectáculo.
Eu, por si acaso, non tentarei á sorte e prometo non coller ningún micro. Por certo, que xa rematei ás vacacións, estou de volta na Lucus.
só valen os accidentes de taxi? nom pode ser algo menos doloroso? nom procuro a fama só que me deixem cantar no duche...
beijos
Tenía carisma y, muy importante, siempre fué fiel a sus principios, cosa que hoy en día es muy difícil de ver.
Un saludito desde Valencia.
Non a coñecía, pero é ben curiosa a súa historia, incluido o do accidente e o regalo dos puros. Hoxe en día estaría mal visto ese regalo, non?
Está claro que o diñeiro axuda a lograr obxetivos.
Eu xa oíra algo de esta muller, increíble, pero certo.Saludos
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