viernes, 1 de agosto de 2008

Enfermedades nuevas (pero antiguas)


Ayer, cuando me dirigía a trabajar, vi el autobús de las donaciones de sangre estacionado en la Plaza Mayor. Hacía tiempo que no donaba, más de un año, porque anduve algo baja de hemoglobina. Total, que al salir del curro pasé por allí para ver si esta vez mi estado era apto para donar. El médico que me atendió era argentino, por eso cuando me preguntó de dónde era mi madre, pensé que había adivinado por el apellido que mi progenitora es brasilera. Pero no, resulta que ahora a los hij@s de mujeres sudamericanas nos hacen un análisis especial para ver si somos portadores del mal de chagas. Mis conocimientos sobre esta enfermedad son bastante pocos: la primera vez que oí hablar de ella fue en una entrevista en la Cadena Ser a Pilar Mateo ( os dejo un enlace por si os interesa la historia) en la que contaba como una determinada pintura de paredes servía como insecticida para los transmisores de la enfermedad; y hace poco leí un libro en el que la protagonista había necesitado un transplante de corazón debido al chagas. Hasta ahí llegaba yo.

Pero lo que se me plantea es que estas cosas sólo interesan cuando llegan al primer mundo. El chagas ha matado a miles de personas en América del sur durante cientos de años, mientras que por estos lares se consideraba exótica. Ahora que la enfermedad se ha "democratizado", en gran parte debido al turismo y a las donaciones de sangre contaminada, se toman medidas. Más vale tarde que nunca.

En fin, ya os contaré qué me dicen...

1 comentario:

Chousa da Alcandra dijo...

Mais vale, si. Todo sexa pola garantía de saúde de quen vai recibilo líquido vital.

Graciñas por donar o teu!!!