jueves, 14 de agosto de 2008

MARATÓN

Uno de los primeros eventos que incluyeron los juegos olímpicos fue una carrera de 40 km, en honor a un legendario corredor griego llamado Phillípides. La historia nos cuenta que en el año 490 a.C. el ejército griego había vencido a los invasores persas en una batalla en la ciudad de Marathon, quedando sobre el campo de batalla 6400 muertos. El general ateniense Milcíades el joven, decidió enviar un mensajero a dar la noticia a la polis griega. Y aquí se mezcla la historia con la leyenda: Phillípides tuvo que recorrer una distancia entre 30 y 35 km, para dar la noticia, puesto que la ciudad de Marathon está al noroeste de Atenas, a no mucha distancia. Tomó tanto empeño en llegar a su destino a la mayor brevedad que, cuando llegó y cayó agotado, sólo pudo decir: "Niké" (nombre de la diosa de la Victoria).


Otra versión nos la da el historiador Herodotus, según él Phillípides fue enviado hacia Esparta para pedir asistencia militar, y poder repeler la invasión de los persas, quienes estaban avanzando hacia Marathon. Según Herodotus, Phillípides corrió desde Atenas a Esparta en dos días, recorriendo 240 km.

Yo tenía 10 años cuando Gabriella Andersen llegó totalmente agotada a la línea de meta. Era la primera vez que se celebraba una maratón femenina. LLegó en el puesto 37º. Nunca olvidaré esas imágenes terribles, pero, al mismo tiempo, muestra del verdadero espíritu olímpico y del afán de superación.


1 comentario:

Sucette D´Ment. dijo...

Querida Hadex:
Estas imágenes me emocionaron profundamente la primera vez que las vi. Sigo conmovida, repetidamente, cuando Gabriella Andersen corre ante mis ojos. Y las mismas preguntas, de nuevo: ¿Qué pasa por su cabeza mientras comprueba, dolorosamente, que su cuerpo apenas responde a la llamada de su deseo? ¿Qué fuerza la mueve?¿En qué recurso sólo suyo, hondo como su estampa, se apoya? ... Se echa las manos a la cabeza, las piernas se le tambalean... La meta tan cerca; quizá, más lejos que nunca... Y continúa... Sigue... Y, ella, vence: Gabriella Andersen.

Un abrazo, Hadex, linda.
Gracias por traernos este recuerdo.
Con afecto,
Fdo: Sucette D´Ment.